¿Qué pasaría si una adorable criatura alienígena llegara a la Tierra en busca de amistad y aventuras espaciales junto a un niño solitario?
El año 1985 trajo consigo una ola de películas fantásticas que han dejado una huella imborrable en la memoria colectiva. Entre ellas, destaca “E.T., el extraterrestre”, una obra maestra dirigida por Steven Spielberg que conquistó los corazones de millones de personas alrededor del mundo. Esta película no solo es una aventura emocionante, sino también una historia conmovedora sobre la amistad, la lealtad y la importancia de creer en lo imposible.
Un encuentro mágico
La trama gira en torno a Elliot, un niño introvertido de 10 años que se siente incomprendido por sus compañeros y su familia. Un día, Elliot descubre a E.T., una criatura extraterrestre bondadosa y adorable que quedó varado en la Tierra. A pesar de las diferencias culturales y lingüísticas, Elliot y E.T. forjan un vínculo profundo basado en la empatía y el deseo de pertenecer.
Elliot decide ayudar a E.T. a regresar a su hogar, ocultándolo de los adultos y enfrentándose a peligros constantes. La presencia de E.T. transforma la vida de Elliot, quien aprende valiosas lecciones sobre la amistad, el valor de la familia y la importancia de ser fiel a uno mismo.
Henry Thomas: El niño que conquistó al mundo
El papel de Elliot está interpretado magistralmente por Henry Thomas, un joven actor que en aquel entonces tenía apenas 10 años. Su actuación natural y conmovedora cautivó a la audiencia y lo convirtió en una estrella internacional.
Thomas supo transmitir la inocencia, la vulnerabilidad y la determinación de Elliot de forma excepcional. Su química con Drew Barrymore, quien interpreta a Gertie, la hermana menor de Elliot, también es digna de mención. La escena donde Gertie ofrece su dedo a E.T. para que lo toque es una de las más entrañables de la película.
Más allá del entretenimiento: Un mensaje universal
“E.T.” no es simplemente una película de ciencia ficción; es una obra que explora temas universales como la soledad, la búsqueda de identidad y la necesidad de conexión humana. La historia de Elliot y E.T. nos recuerda que la amistad puede surgir en los lugares más inesperados y que incluso las diferencias más profundas pueden ser superadas con amor y comprensión.
La película también destaca la importancia de proteger a los demás, especialmente a aquellos que son vulnerables o marginados. E.T. representa al “otro”, a quien la sociedad no siempre comprende ni acepta. Elliot, a través de su bondad y empatía, le brinda un refugio seguro y le ayuda a encontrar su camino de regreso a casa.
Un legado perdurable
“E.T.” ha dejado una huella profunda en la cultura popular, inspirando numerosas obras de arte, música y literatura. Su impacto se puede apreciar en las referencias constantes que se hacen a la película en otras producciones audiovisuales, así como en la nostalgia que despierta entre aquellos que la vieron en su infancia.
La magia de “E.T.” reside en su capacidad para conectar con las emociones más profundas del ser humano. Es una película que nos hace reflexionar sobre lo que significa ser humano, la importancia de la amistad y el valor de creer en lo imposible.
Elementos claves de “E.T. el extraterrestre” | |
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Dirección: Steven Spielberg | |
Reparto principal: Henry Thomas (Elliot), Drew Barrymore (Gertie), Dee Wallace (Mary), Peter Coyote (Keys) | |
Música: John Williams | |
Año de estreno: 1985 | |
Premios: 4 Premios Óscar (Mejor Banda Sonora Original, Mejor Sonido, Mejores Efectos Visuales, Mejor Montaje) |
“E.T.” es una obra maestra del cine que trasciende generaciones. Su mensaje de esperanza, amistad y aceptación sigue siendo tan relevante hoy en día como lo era en 1985. Si aún no la has visto, te invito a embarcarte en esta aventura inolvidable. ¡No te arrepentirás!